No hay nada más especial que poder experimentar un país desde adentro, conviviendo con su gente, siguiendo sus costumbres, viviendo el día a día, y en esta, mi tercera vez en India, fue cuando más que en cualquiera de las dos veces anteriores pude experimentar la vida india desde un hogar. El destino hizo que tuviéramos la enorme fortuna de conocer a Manish, quién junto a su familia entera y a su gran grupo de amigos nos cuasi adoptarían y harían parte de su propia familia durante el mes que pasamos con ellos.
Andando por los caminos del mundo