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Mostrando las entradas de 2012

La renuncia y la partida

Empacando antes de la partida Hace unos 3 años y 8 meses llegaba a Chengdu. A pesar de que era un momento de fuerte transición afectiva en mi vida, llegaba con muchísimo entusiasmo y sobre todo muy feliz de volver a China. Como era ya habitual en el tipo de vida que había emprendido cuando dejé mi país en 2006, no sabía cuánto me iba a quedar, pero extrañamente, a muy poco tiempo de haber llegado me vino una muy fuerte sensación, algo así como una premonición visceral y pensé: el día que me vaya de Chengdu, me voy a ir en bicicleta. Era sólo un sentmiento y nada tenía que ver con ya tener ganas de irme o pensar en irme, pero sólo sentía eso y lo veía muy claramente.  El tiempo pasó y la verdad es que me enamoré rápidamente de Chengdu, más aún de toda la provincia de Sichuan, de su gente, de su comida, de sus costumbres, de su dialecto, de sus paisajes. Tuve un trabajo que me gustó y disfruté mucho y me ha permitido viajar por todo China. En mis tiempos libres he pedaleado miles d

Final de una etapa

Ultima entrada antes de cerrar una etapa y comenzar pronto con la otra. El video de la última travesía y un timelapse para que vean un poco del proceso de empacar, partir, desempacar, acampar y dormir. Recomiendo ver en HD. Wake up, pack, cycle, unpack, camp, good night from Nicolas Marino on Vimeo .

Pre-calentamiento en el altiplano

Hace tan sólo unos días he terminado una nueva travesía por el altiplano tibetano, la última del año a tan sólo un mes y medio de partir hacia la gran travesía por el mundo, y en este aspecto ha servido de excelente pre-calentamiento. También, a diferencia de todas las travesías anteriores, esta ha tenido el valor adicional de un fin personal, muy necesario y muy especial, lo que puso a la ruta misma en segundo plano. Los que me leen saben que este no ha sido un año fácil  para mí y bueno, esta ha sido la oportunidad que he tenido de la vida para comenzar a reparar los pedazos de un año roto, un año que felizmente dejaré atrás y miraré con dolor y hasta miedo, pero también con el sabor de un nuevo despertar, el de haber crecido y aprendido mucho, quizás como nunca antes. Ngonpo tso y la radiografía del desasosiego  Julia, mi compañera de ruta y de vida, y yo, partimos desde la ciudad china de Xining 西宁, en el extremo noreste del altiplano tibetano en la originalmente provincia

Entrevista FOX Sports

A comienzos del año estuve de visita en Buenos Aires, mi ciudad, y tuve la alegría de ser entrevistado por Robert, uno de mis mejores amigos, para la cadena FOX Sports, donde por estos días está saliendo al aire la entrevista como parte del programa Fox Runners. Aquí va, para toda la gente que me apoya, que me banca, que me escribe y que no me deja caer, espero que la disfruten. Gracias a todos por estar ahí :) Más aventuras están por venir y por Uds. no me dejaré caer. Mi parte arranca alrededor del minuto y medio.

Infinitamente verde

A final de junio pocos días antes de " la caída " logré escapar una vez más por unos días hacia mi lugar en el mundo y una vez más tuve la suerte de ir con excelente compañía. Fue la primera vez que viajé al altiplano tibetano en los primeros días del verano y temía por el clima, ya que el verano es la época de lluvias. Sin embargo bajamos nuestras bicicletas en Zorge, bajo un sol radiante, en el epicentro de los grasslands  de Kham, en la inmensa estepa elevada a 3600+mts de altura. El espectáculo comenzó ni bien salimos de Zorge en dirección al oeste por una ruta alternativa a la ruta principal, camino a Tangkor; el espectáculo de los grasslands al atardecer es tan bello y pacífico que es difícil de describir. Es como una inmensa alfombra verde que se ha tendido suavemente como si hubiera sido dejada caer desde el cielo cual sábana gigantesca, y al lograr el contacto con la geografía del planeta, fue adaptando su forma a la sucesión infinita de valles y suaves colin

La caída

  Hace seis meses me subí a la bicicleta, inconsciente pero creyendo que estaba consciente, como siempre.  Pedaleé a toda velocidad, sin pensar, sin verme a mí mismo. Empecé a encontrar obstáculos en el camino a lo largo de estos meses,  pero la velocidad y el ego no me dejaban ver ni pensar. El ego me hacía creer no sólo que él era más importante que lo demás, sino que podía con todo. Pero eventualmente caí, y caí muy duro, me di un golpazo en el que perdí a lo grande, como nunca antes. Luego del shock, me vi con claridad junto a mi bicicleta en el piso, solos completamente. Apenas pudiendo levantarme, frente a mí, pude ver a mi ego riendo traicioneramente, él, que todo lo puede. El no perdió nada, yo sí, y mucho y quedé ahogado por el error.  La moraleja de la historia es, a veces las personas que hacemos estas aventuras tan alucinantes para alguna gente, tenemos un ego enorme, dicho ego es muy preciado para muchas cosas, nos ayuda a sobrevivir, a salir adelante, a no tener miedo a

El video

Durante las dos semanas que pedaleé junto a David, usamos su cámara de video GoPro para grabar el proceso de la travesía. En este video intenté compilar tanto los momentos más bellos y simples como los más duros y difíciles. Sepan disculpar las vibraciones, esto es culpa de lo pésimos videografos que somos y de las condiciones paupérrimas de los caminos que transitamos. El final es una secuencia de fotos de mi última semana solo ya que ya no contaba con la cámara de video. Sea en la versión de Vimeo o en la de Youtube, recomiendo activarlo en HD a pantalla completa y con volumen. Versión Vimeo Link a YouTube http://youtu.be/NZXwjdtnEE8?hd=1

Lección de empatía

 En los últimos tres años he viajado en bicicleta una y otra vez por diferentes regiones del altiplano tibetano y no importa cuán duras hayan sido las condiciones, hay algo en este enorme pedazo de tierra elevado a 5000 metros que no deja de cautivarme y que me atrae una y otra vez como si fuera un imán del cual no puedo desprenderme.   La rigurosidad de su geografía, que en conjunto con la crudeza extrema de su clima, posan constantes pruebas físicas y sobre todo mentales, donde uno no tiene otra opción más que superarlas para salir adelante, son el tipo de adversidade que hacen salir a la luz las propias limitaciones, y estas mismas limitaciones provocan un necesario encuentro con uno mismo, en el cual toda la entereza psicológica es puesta a prueba y de ella dependerá el éxito de la travesía. Sumado a esto, la infinita belleza de sus paisajes, el misticismo de sus colores, sus luces y sus sombras, y el misterio creado por su vasto horizonte son las serie de fenómenos diarios q

El descenso final

Recuperando el calor  Al despedirme, Dharma me aseguró que el camino que debía seguir no tendría grandes subidas sino que se mantendría más bien plano. Para mi alegría, este fue prácticamente el único dato concreto y correcto que recibí en toda la travesía. Las condiciones del camino no eran buenas, pero tampoco infernales como las de las semanas anteriores. Efectivamente, avancé tanto sin pendiente como con leve pendiente hacia abajo la mayor parte del tiempo. El sol había salido y a medida que iba perdiendo altura podía sentir cómo el cuerpo iba recuperando el ya tan añorado calor que sentía haber perdido hacía ya una eternidad. El marrón, árido y sórdido de los días de hielo, se volvió nuevamente verde y ameno; la nieve quedó reducida a la cima de algunos picos circundantes y los valles atravesados por ríos y riachuelos cristalinos se veían fértiles en todo su esplendor. Paralelamente, experimentar el placer de volver a sentir el calor entrando en el cuerpo, un sentimiento que ya

La ardua vuelta a tierras bajas

Galería de fotos que acompañan estos textos, click  aquí Esta serie de textos, comienza  aquí Resbalar, caer, levantarse, resbalar......   Un sol radiante y un cielo prístino inundaban de luz el interior de la tienda desde las primeras horas del día a través de sus delgadas paredes de tela; era tal la intensidad de la luz aumentada aún más por el reflejo en este vasto paisaje nevado, que era imposible mantener los ojos cerrados para poder seguir durmiendo. Los nómadas ya habían comenzado su día hacía rato, ordeñaban los yaks, arreaban las ovejas y ponían en marcha las actividades diarias; pero yo, de sólo sentir el frío en la nariz, no quería salir de mi refugio bajo la pila de mantas de yak que me mantenían caliente, aún habiendo dormido oliendo las tripas de yak que colgando del medio de la tienda gotearon sangre a algunos centímetros de mi cabeza durante toda la noche.   En las semanas anteriores ya había pasado por algunas de las pruebas más duras que hice en mi vida de viaj

Gente de tierras altas y espíritu de hierro

Galería de fotos que acompañan estos textos, click  aquí Esta serie de textos, comienza  aquí Vida de nómadas    El comienzo me engañó. Al tomar el desvío que me conduciría en camino hacia Amnyemachen venía refrescando en mi cabeza los momentos increíblemente duros por los que habíamos pasado junto a David las dos semanas anteriores; y al pedalear bajo el sol, con un poco menos de frío y yendo en bajada, pensaba que realmente de aquí en adelante el camino sería más sencillo por el resto del viaje. Acaso, cuánto más difícil que las semanas anteriores podría ser? Estaba optimista.  Durante las primeras decenas de kilómetros, en extensa pero paulatina bajada, bajé desde 4400 hasta 3980 metros. El camino, más que camino, era una travesía lunar. Avanzaba al son del aflojar cada uno de los tornillos de mi bicicleta, los pozos eran cráteres, y de a ratos, el camino adquiría forma de zanja profunda, como si otrora en alguna era geológica hubiera pasado un río profundo por allí.  

Vida arriba de 4000 mts. Parte II

Galería de fotos que acompañan estos textos, click  aquí Esta serie de textos, comienza  aquí Días de hielo Los días continuaban y los pasos no dejaban de sucederse unos a otros. A los tres del día anterior se sumaron tres más el día siguiente. Parecen ser eternos, cada vez más fríos, cada vez más duros; el cansancio se acumula, el paso es siempre lento, cada vez más lento, y sólo restan los suspiros de desazón cuando al final de cada bajada se avista una nueva subida.   Es significativo ver que para los tibetanos, cada paso de montaña tiene un valor simbólico importante, no importa cuán insignificante parezca, no importa cuán común sea dentro de una serie de pasos, en el paso la gente, si la hay, siempre se detiene. Es como si consciente o inconscientemente supieran cuáles son las cualidades que hacen a su lugar en el mundo algo único. En dichos pasos no sólo nos deteníamos nosotros, con nuestro humilde espíritu de grandeza por el hecho de poder conquistar con sudor y sangre c

Vida arriba de 4000 metros

Galería de fotos que acompañan estos textos, click  aquí Esta serie de textos, comienza  aquí Ascenso a un nuevo mundo   En abril de 2010, Jyekundo fue arrasada por un terremoto de 7.1 grados de magnitud, el cual dejó un saldo de unos 3000 muertos y más de 12000 desplazados. La ciudad entera encerrada entre gigantes montañas, quedó hecha trizas y hasta esta pasada en octubre de 2011 aún se encuentra en constante reconstrucción, con la mayor cantidad de gente viviendo en tiendas de emergencia . La infraestructura es ínfima, la ciudad es un absoluto caos. Por las calles fluye el lodo sin cesar y rugen los camiones y grúas que van y vienen de las construcciones salpicando barro en todas las direcciones, no hay orden de ningún tipo y todo, desde la vivienda hasta los locales comerciales se monta en tiendas de nylon, que el viento helado y la nieve de esta pequeña ciudad a 3600mts de altura no dudan en sacudir sin clemencia. La mañana fría, gris y sórdida, trajo imágenes de tristeza no

Camino a Jyekundo. Parte III

Galería de fotos que acompañan estos textos, click  aquí Esta serie de textos, comienza  aquí El paso del infierno y más allá  A veces uno trata de imaginar el peor escenario, hace cálculos a groso modo, calcula tiempos considerando las peores condiciones climáticas, de ascenso y de camino, pero hay momentos en que ni la experiencia ni la imaginación más pesimista bastan para obtener alguna precisión que se acerque a lo que vendrá. Y esto es generalmente lo que ocurre cuando uno se aventura "off-road"  (fuera de camino), y la salida de Kasongdu en camino a Lingtsang por el "no camino", fue el ejemplo perfecto de la imposibilidad de prever cuan difícil puede resultar una aventura al extremo. No teníamos datos concretos de ningún tipo. Según mis mediciones aproximadas en Google Earth antes de partir, estimaba unos 11km de ascenso hasta la cima del supuesto paso, el cual seguramente estaría por arriba de los 4000mts, pero tampoco tenía datos específicos ni precisi

Camino a Jyekundo. Parte II

Galería de fotos que acompañan estos textos, click  aquí Kasongdu y el camino a lo desconocido. Esperando lo inesperado.  Durante los meses de planeamiento de esta travesía logré dar con la atención de uno de los pocos expertos en el Tibet que hay en el mundo. A pesar de su carácter inexplicablemente arrogante, luego de una larga serie de intercambios por e-mail, pude obtener de él, los datos necesarios para poder encontrar (o no) un camino que hiciera posible seguir avanzando hacia Jyekundo sin tener que retroceder, y a la vez poder evitar la región de Qamdo, altamente vigilada por el poder militar chino, y cuyo acceso es negado a los extranjeros. Pero su camino sugerido no figuraba ni en el más detallado mapa de la región, e incluso el mismísimo Google Earth en sus imágenes satelitales mostraba una fracción de él para luego desvanecerse en la más absoluta nada. Esto me causaba a la vez mucha ansiedad y mucha excitación por lo desconocido, lo remoto.  Luego de preguntar y repregu

Camino a Jyekundo.

Galería de fotos que acompañan estos textos, click aquí La introducción a esta serie de textos, click aquí La primera gran barrera, un duro comienzo.  Luego de dos extenuantes e interminables jornadas de viaje con escala en Dartsendo, a saltos y a golpes, el bus completó los 700km entre Chengdu y Kandze, el pueblo establecido como punto de partida donde ansioso (y aburrido) me esperaba David. Casi exactamente un año atrás estaba llegando a Kandze en bicicleta luego de unos 1000 km de recorrido y volver a dicho lugar, esta vez para comenzar una nueva travesía me generaba mucho entusiasmo. Como he contado antes, Kandze es el punto de partida hacia algunas de las zonas más bellas del altiplano. Templos, vastos grasslands, picos nevados, valles inmensos, nómades, yaks, y mucha cultura tibetana concentrada en la región.  El placer de volver a rodar estas vastas y elevadas tierras volvió inmediatamente desde el primer día. Se puede sentir en el cuerpo. Por un lado la opulencia natura

Al eXtremo en el techo del mundo. Introducción

   Finalmente llegó el momento de partir una vez más en camino al Tibet. 17 de septiembre de 2011. Pocos momentos ansié tanto durante este 2011, como el de esta partida. Una mezcla de saturación de trabajo, calor pegajoso, inquietud incesante mezclados con la necesidad de ir aún más allá dentro de esta región de la tierra por la cual siento profundo amor y devoción.   Y la premisa de este viaje para explorar el más allá del Tibet se resume en una palabra: REMOTO. Es cierto, ya he estado en muchas regiones remotas, y dentro del Tibet mismo ya he explorado varios rincones de estas características, pero esta vez me propuse redoblar la apuesta y consecuentemente las dificultades, para llegar más lejos, aún más lejos, más profundo en el altiplano.  Para ello comencé a planear temprano y con tiempo la gran ruta que por 24 días me conduciría por rincones lejanos y aislados. Durante al menos 3 meses planeé meticulosamente, haciendo uso de mapas locales e imágenes satelitales del Google Eart