No puedo negar que a
pesar de su enorme belleza, al dejar Guizhou贵州sentí
un gran alivio. Había sido un comienzo de alta demanda física y debido justamente a tratarse de un comienzo, el cuerpo sufría más
de lo habitual y encontraba dificultad donde, en otra instancia de un
viaje largo, no la encontraría. La provincia que siguió, Guangxi 广,
trajo el alivio que tanto añoraba aquellos últimos días de
infinitas subidas y bajadas. Sin embargo, con el advenimiento de
caminos más llanos y transitados no tardaría en devenir el
aburrimiento.
Al pasar de una provincia
a otra, el cambio fue instantáneo, no había que subir más.
Avanzaba en rumbo sureste siguiendo los mismos ríos verdes
serpenteantes que había encontrado días atrás, pero ya en llano.
Las aldeas Miao苗族y Dong
侗族siguieron sudediéndose
por algunos días dentro del norte de la provincia, pero a diferencia
de los días de Guizhou贵州,
donde las mismas se encontraban en cañones, montadas sobre empinadas
laderas aterrazadas, aquí se encontraban en las orillas de los ríos.
La imagen de los balseros, cruzando a la gente de lado a lado, en las mismas balsas hechas de caña de bambú que se usan desde hace siglos, me daba la hermosa sensación de remotarme a tiempos remotos, en épocas de tanta sofisticación y vida frenética.
Al disminuir la
dificultad, pude comenzar a compensar los kilómetros que no había
podido hacer los 12 días anteriores. Ahora todo resultaba fácil y
los días se pasaban cada vez más rápido. De un promedio de 75km
diarios pasé a más de 120km en menos cantidad de tiempo y con tan
sólo una porción del cansacio al final del día, y lo mejor de
todo, el dolor de las rodillas había desaparecido por completo.
Uno de los mejores regalos de rodar estos días por el norte de la provincia fue el de atravesar la región de producción de cítricos, en donde por 40km, todo a mi alrededor eran plantaciones de mandarinas y naranjas, y los vendedores, apostados a los lados del camino por doquier, las vendían, por no decir regalarlas, a precios, a un precio casi insignificante. Era ya comienzo del invierno y tiempo de plena cosecha y el jugo de las frutas era un almíbar que por momentos empalagaba. Pocas cosas hay tan placenteras como hidratarse en el camino con frutos jugosos. En un día me hidraté casi exclusivamente de comer mandarinas, 3kg y de naranjas, 1kg.
Uno de los mejores regalos de rodar estos días por el norte de la provincia fue el de atravesar la región de producción de cítricos, en donde por 40km, todo a mi alrededor eran plantaciones de mandarinas y naranjas, y los vendedores, apostados a los lados del camino por doquier, las vendían, por no decir regalarlas, a precios, a un precio casi insignificante. Era ya comienzo del invierno y tiempo de plena cosecha y el jugo de las frutas era un almíbar que por momentos empalagaba. Pocas cosas hay tan placenteras como hidratarse en el camino con frutos jugosos. En un día me hidraté casi exclusivamente de comer mandarinas, 3kg y de naranjas, 1kg.
Luego de tres días,
empalagado de cítricos deliciosos, llegué a Yangshuo阳朔,
uno de los epicentros del turismo en China. Era mi segunda vez allí
y mi primera en bicicleta, así que el único motivo por el cual
llegué, es porque se encontraba en camino a mi destino. Llegar al
pueblo de Yangshuo阳朔es
una experiencia espantosa, es lo más similar a tirarse a nadar voluntariamente a un oceáno
de tiburones hambrientos, donde cada uno está listo para devorar un
pedazo de uno. Tales son los efectos del turismo en masa en un lugar
que originalmente era increíblemente bello y cuya geografía es
única e impactante. Lamentablemente, la fama internacional del mismo
fue, como en tantos otros lugares, su propia maldición. Precios
inflados, arquitectura tradicional tapada detrás de carteles de Mc
Donald's y KFC, chinos comerciantes transformados en voraces buitres
dispuestos a sacarte cada centavo extra que puedan, queriendo hacerte
pagar 3,4,5 veces el precio original de las cosas, etc. Luego de
tantos años de vivir en China, estos lugares me revuelven el
estómago, me dan naúseas, me afectan mucho el humor y en cada
encuentro con alguien terminaba envuelto en discusiones que no creía que
llegaran a ningún lado, pero al menos para que les quede claro en su propio
lenguaje que lo que hacen es abusar, y que no todos los
extranjeros que caemos allí somos turistas estúpidos a los que se
les puede cobrar lo que se les ocurra. De esto no sólo me apena el
hecho de que los efectos del turismo distorsionen tanto las
tradiciones locales y el carácter de la gente, sino también que la
mayoría de los extranjeros que se van de vacaciones a China, pasan
por allí, y en su paso por el país se cruzan con los peores chinos
posibles y de ahí la impresión generalmente errónea que se llevan
de los chinos en general. Lo bueno es que a tan sólo 6km de la
ciudad hay un lugar en donde uno se puede alojar alejado de toda esa
vorágine absurda y puede más o menos disfrutar de la belleza del
lugar y algo de la vida tradicional, de la cual queda muy poco. Allí,
en medio de las montañas icónicas de la región, me tomé un día y
medio de descanso antes de emprender los días restantes hasta
Guangzhou广州.
A excepción de los
epicentros turísticos de Guilin桂林y
Yangshuo阳朔,Guangxi 广西es
una provincia mayormente pobre y rural. Gracias a su geografía más
amena, no tuve problemas para encontrar lugar para acampar. La orilla
de los ríos es generalmente uno de mis lugares predilectos y en
ellos, encontré varios rincones aislados en donde se funden el
silencio de la selva de bambú, el misticismo de la neblina baja, los
balseros cruzando de aldea a aldea en sus balsas, brindando momentos
que recuerdan a esas imágenes que uno espera de China y que cada vez
son más difíciles de encontrar.
Made in China
Los escenarios rurales y
tranquilos de Guangxi 广西fueron
paulatinamente desapareciendo a medida que me acercaba a la frontera
con la pronvincia de Guangdong广东
y para cuando llegué a la misma, la polución había ya
congestionado el cielo casi completamente y finalmente comenzaban a
aparecer las primeras industrias. Guangdong广东es
la factoría del planeta. Miren a su alrededor, busquen todos los
productos que tienen en su casa que digan MADE IN CHINA (quizás esto
sea su casa entera y todo lo que tiene dentro?) y lo más probable es
que todos en su totalidad o alguna de las partes que los constituyen,
haya salido de esta provincia, que todo lo fabrica sin cesar, 24hs al
día, 7 días a la semana, 365 días al año. Entré por el borde
oeste siguiendo el Río Oeste 西江y
a medida que pasaban los kilómetros dentro de la provincia, la ruta
se iba congestionando más y más de camiones cargando contenedores,
y paralelamente, el río se iba congestionando más y más de buques
y cargueros yendo de puerto en puerto en camino al Pacífico. Toda la
belleza natural se fue perdiendo o quedó casi completamente opacada
por la polución y el tráfico. Sin embargo, como ya dije anteriormente,
siempre por algún lado se compensan los bemoles. Con
Guangdong广东llegaron, un
clima progresivamente más ameno y la deliciosa comida por la cual la
provincia es famosa. La calidad de la comida había decaido
paulatinamente desde el día que había salido de Sichuan四川. En tanto Guizhou贵州como
en Guangxi广西, la comida
no es realmente buena, pero también tienen sus especialidades, y una
en especial, la que veía anunciada en las vidrieras de cada
restaurant.
Comer carne de perro es
común en casi todas las provincias del sur de China, pero
curiosamente es algo que causa absoluto rechazo a los chinos de todo
el resto de país. Ellos mismos hacen varias bromas sobre la gente
del sur que aparentemente come todo lo que camina, vuela, nada, se
arrastra o crepita. Pero la comida de Guangdong广东(bichos
y alimañas aparte) junto con la de Sichuan四川son
por lejos mis cocinas favoritas del país, lo cual para mí significa,
en cada restaurant, una delicia. La buena comida y abundante es uno
de los grandes placeres de un viajero en bicicleta y aquí se puede dar rienda suelta al apetito voraz. Con la navidad ya casi
encima, me aproximaba a mi destino parcialmente final y mi encuentro
con Julia. Era mi principal motivación, ya que es muy curioso cómo
funciona la mente. En los días duros añora caminos más fáciles,
en el clima malo añora el clima más ameno, pero cuando todo es
finalmente fácil y ameno, todo se hace miserablemente aburrido!
Desde Guizhou贵州, ya no
había otros desafíos más que los de tolerar un tráfico creciente,
respirar los gases que desprenden las industrias y los camiones, y aguantar la
monotonía de caminos y pueblos sórdidos que pasan sin pena ni
gloria. Mientras tanto, sólo quedaba pisar los pedales, disfrutar de
la música en los auriculares y dejarse llevar durante los 175 km
continuos de industrias que me llevaron hasta las puertas de la
inmensa Guangzhou广州. Si
la factoría del mundo es la provincia de Guangdong广东,
sus oficinas centrales están en su capital, Guangzhou广州(y
en Shenzhen深圳)y se
requiere de una urbe gigantesca para poder aglutinar a los millares
de oficinas y distribuidores del inmenso volumen de productos que
esta provincia escupe todos los días. En su entrada, ya rodando los
kilómetros finales a lo largo de una de sus tantas arterias
principales, bajo un sol radiante, cuando la ciudad ya estaba frente
a mí, los pedales me quedaron girando en falso. Me faltaban unos
meros 11km atravesando el corazón de la misma para llegar al
alojamiento, llevaba 2327km desde que había salido 25 días antes,
cuando el eje de la rueda trasera colapsó dejándome a pie,
empujando en el medio de la autopista. No podía quejarme realmente,
ya estaba allí, sólo me quedaba caminar empujando con paciencia saliendo del autopista y luego por
los callejones de la ciudad. No fue más que un pequeño paseo, porque
Guangzhou广州todo lo tiene y al cabo de tan sólo 2 o 3 kilómetros, di casualmente con una
pequeña bicicletería excelente donde compré el eje nuevo y me lo
instalaron. No es una operación fácil ni rápida, requiere
reconstruir la rueda entera, y eso es sólo tarea de expertos. Dos
horas más tarde, salí desde aquella punta de la ciudad para
cruzarla entera de oeste a este y finalmente encontrarme 45 minutos
más tarde con Julia.
El descanso merecido y
la preparación para un nuevo comienzo
Había
llegado finalmente el tiempo de descansar de verdad y organizar la
partida en conjunto. Teníamos dos semanas para hacerlo antes del
vuelo a las Filipinas, y Guangzhou广州resultó
ser el lugar perfecto para hacerlo. Esta megápolis ha crecido de una
manera tan radical que es difícil de reconocer para quienes
estuvimos allí poco más de 10 años atrás. Ahora, las bicicletas
que tradicionalmente inundaban sus calles, se han transformado en
vehículos de lujo; las torres de vivienda para los nuevos ricos , horribles
estéticamente, se entremezclan entre los callejones tradicionales
que aún sobreviven; el centro financiero ostenta rascacielos
diseñados por los estudios más grandes de arquitectura de Estados
Unidos; una serie de icónicos edificios institucionales, encabezados
por la ópera de la ciudad diseñada por Zaha Hadid, intentan poner a
la ciudad a la vanguardia mundial de la arquitectura; toda la riviera
del río Perla ha sido parquizada y urbanizada exquisitamente, es un verdadero placer caminar por ella. Entre
medio de todo ello, la gente, de a millones, inundan y hasta atascan
sus arterias. Se respira el lujo y se ve fluir el dinero, y no es sorpresa que el salario
promedio de la ciudad sea por lejos, el más alto de todo China. Es
que de aquí sale todo para el mundo entero y eso se refleja en los millares
de comerciosy centenas de shoppings que se abultan uno junto a otro
en los diferentes distritos de la ciudad vendiéndolo todo, y cuando
digo todo, significa TODO literalmente. Es un espectáculo
fascinante. Las bolsas de todo se apilan por doquier. No sólo se
encuentran artículos completos de producción industrial, sino que
se encuentran los pequeñísimos componentes de todo lo que se pueda
imaginar; aquella perlita o lentejuela que va en tal o cual vestido o
camiseta, aquella argollita que cuelga tal o cual cortina, aquel
ganchito que sirve para tal o cual accesorio, aquella varilla que
sostiene esto o lo otro, TODO está allí en paredes de muestrarios y
detrás, las pilas y pilas de bolsas de cada uno. Es tanto que
apabulla. Por otro lado, la
tradición se preserva aún en las calles y callejones pintorescos de
algunos barrios, pero lo que se respira es el modernismo, el dinero,
la ostentación, el aire internacional, aquí viven o están de paso
millares de extranjeros y para ellos, tal como en Shanghai 上海y
Beijing北京 y me atrevería
a decir aún más que allí, la ciudad lo ofrece todo, todo lo que
poco tiene que ver con China, bares irlandeses, restaurantes
italianos, franceses, supermercados con todos los productos del
mundo, las vinerías que tan de moda están entre los nuevos ricos de
China, etc.
Con
toda esta transformación en curso, resultó una urbe ciertamente muy
interesante por sus contrastes entre el pasado tan lindo que aún
sobrevive en los callejones de algunos barrios y el discutiblemente
rutilante lujo de su presente.
Durantes
nuestros días allí, Navidad y Año Nuevo occidental, como es el
caso en todo China, pasaron casi desapercibidos. Entre tanto, Julia
terminó de conseguir todo lo necesario para completar su equipo de
viaje, incluída su bicicleta.
gracias viajero por tu cronica se ha hecho esperar pero como siempre ha valido la pena , animos en pedaleada !!!
ResponderBorrarAcabo de entrar al blog, y me parece fascinante, viajar a traves de tus textos y fotos! Gracias!! no creo que nunca viaje hasta alli!!!
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